Muchas son las situaciones que requieren tener que aplicar tratamientos crónicos a nuestros pacientes. Son aquéllos que deben ser administrados durante periodos prolongados de tiempo o incluso durante toda la vida del animal.
A veces, incluso, estos tratamientos en su fase inicial no pueden ser administrados por vía oral (que es lo que se hace de manera más fácil en los hogares de los peludos) sino que deben ser inyectados en la clínica.
En WECAN La Colina estamos considerados Hospital de Día, es decir, en horario diurno adaptamos nuestra forma de trabajar para que ningún paciente que requiera de estos tratamientos crónicos se quede sin nuestra ayuda.
Cuando diagnosticamos un caso clínico que necesita un tratamiento prolongado y aplicado por el equipo veterinario, lo que hacemos es plantear una estrategia de tratamiento junto a la familia, de forma que podamos cubrir el máximo horario posible y así aportemos todo lo necesario y respetemos las pautas de medicación.
A estos pacientes los recogemos temprano por la mañana y los tenemos ingresados doce horas en la clínica, de manera que reciben la vigilancia veterinaria precisa, se les administra la fluidoterapia necesaria y aplicamos los tratamientos que sean inyectados. Son dados de alta temporal por la noche para que además, se recuperen anímicamente junto a sus familias, y los volvemos a recibir a la mañana siguiente. Y mantenemos esta pauta hasta que podemos darles el alta definitiva, o seguir con su tratamiento en casa.
Pero por supuesto, no acaba ahí nuestro trabajo. Para nosotros un enfermo crónico es un reto y una preocupación constante. Una vez instaurado el tratamiento oral, y haciendo vida en el hogar, volvemos a reunirnos con la familia para establecer los controles y revisiones necesarias, que son particulares para cada paciente. Hacemos revisiones telefónicas cuando es necesario y citamos cada cierto tiempo en la clínica para revisar los parámetros necesarios, chequear el protocolo de tratamiento y ajustar las dosis según la respuesta clínica. Resolvemos todas las dudas de los tutores y les damos las pautas para que en casa puedan detectar cualquier cambio que sea importante para la enfermedad y acudan enseguida a nuestra consulta.
Como veis, un tratamiento crónico es un trabajo de equipo. Nosotros, veterinarios, dirigimos el trabajo, pero sin la colaboración de la familia, sería imposible alcanzar los objetivos buscados.
¡Todo es por el bienestar de vuestros peludos!