Es bien conocido que una de las patologías que vemos con más frecuencia en la consulta felina es la enfermedad renal crónica. Hablamos de ella para darte las pautas de vigilancia y sobre todo de prevención que hagan más difícil su aparición.
Los gatos cada vez son más longevos, cada vez es más habitual encontrarnos pacientes por encima de los quince años, lo cual es fantástico pero también provoca que aumenten las enfermedades “de desgaste” de los órganos, y los riñones son muy sensibles a esto.
Un gato al que le empiezan a fallar los riñones, por desgracia, no nos lo va a decir: su objetivo será disimular todo lo que pueda que está enfermando; por eso son tan importantes nuestros cuidados y nuestra vigilancia.
La primera acción preventiva para evitar el desgaste renal es cuidar la alimentación durante toda la vida del gato. Los piensos y latas de la llamada gama Super Premium están muy estudiados y contrastados para que la salud del gato sea óptima desde su nacimiento. Una alimentación más cargada de proteína, o con la proporción correcta pero con una proteína de mala calidad, va a provocar a largo plazo una insuficiencia renal, seguro. Informarse e invertir en una buena alimentación, sin dejarse llevar por modas alimenticias que son más comerciales que reales, va a repercutir positivamente en la salud de nuestros gatos.
Además del tipo de alimentación, combinar dieta seca con húmeda a diario también aporta salud renal y urinaria. Nuestros pequeños felinos necesitan mayor aporte de humedad en la dieta que los perros, y a algunos “les cuesta” beber agua por lo que la comida húmeda les aporta ese extra de hidratación que necesitan. Eso sí, debe respetar los mismos criterios de calidad que el pienso; no debemos usar latas “de supermercado” que ya os adelantamos que les van a gustar más, pero también les cargan de grasa en exceso. En la clínica os asesoraremos fuera de toda intención comercial; te recomendaremos siempre la mejor alimentación para tu gatete, la vendamos nosotros o no, porque nuestro objetivo y prioridad es siempre la salud de tu pequeño.
Con la alimentación realmente estamos practicando casi toda la prevención posible, pero hemos empezado este artículo hablando de la mayor longevidad de los gatos y del “desgaste” renal; esto significa que hagamos lo que hagamos, por desgracia muchos pacientes van a venir con esta patología. Aquí viene entonces la segunda columna vertebral de la prevención de la enfermedad renal: la detección precoz. Hacer chequeos de salud periódicos a nuestros gatos, sobre todo cuando están sanos, salva muchas vidas.
Lo que te aconsejamos es que al menos una vez al año, acudas a la clínica para ese chequeo. Según la edad de tu gato o gata te recomendaremos un estudio más o menos extenso:
- En gatos jóvenes solemos empezar por análisis básico de sangre y tensión arterial y vamos ampliando las pruebas o el contenido del análisis según avanza la edad del gato (análisis de orina, pérdida de proteína por vía renal, ecografías,…)
Cuanto antes encontremos los primeros signos de enfermedad renal, y antes empecemos a poner remedio y protejamos esos riñones, mejor será el pronóstico y otorgaremos mejor calidad de vida a nuestro paciente felino.
Así que, en resumen, lo más importante para los riñones de tu gato es cuidar mucho su alimentación y traerlo a la clínica para su chequeo, mínimo una vez al año.