Real Decreto 666/2025: Por qué los veterinarios decimos basta ya

Mucho se está hablando estos días de la polémica nueva regulación de las prescripciones y tratamientos veterinarios, todo ello derivado de la aprobación y entrada en vigor del controvertido Real Decreto 666/2025. Seguro que a todos os suena. De hecho, nos preguntáis mucho en la consulta y sentimos que genera gran inquietud e inseguridad respecto a la salud de vuestros peludos.

Por eso, vamos a tratar de explicar en este artículo todo lo relacionado con dicho decreto y cómo nos va a afectar a todos: veterinarios, familias y, sobre todo, pacientes, que serán, al fin y al cabo, los principales perjudicados de este despropósito.

El Real Decreto 666/2025 es una nueva normativa muy burocrática y sancionadora, en teoría desarrollada para la correcta prescripción de antibióticos. Es, efectivamente, lo que ha llevado a los veterinarios a protestar, pero no es lo único: es lo que ha desbordado un vaso que llevaba demasiado tiempo lleno.

Con la excusa de trabajar en la reducción de las resistencias a los antibióticos —un problema cada vez más grave y, por supuesto, a considerar— la administración ha impuesto una norma que limita el criterio de libre elección de tratamientos antibióticos por parte de los veterinarios. Nos restringe injustificadamente el acceso a determinados medicamentos y provoca graves retrasos burocráticos al depender de pruebas, permisos y de que las farmacias se adapten a nuestras necesidades particulares.

¡Como si los veterinarios fuéramos nuevos en esto!

La administración escuda su decretazo en el objetivo de salvar vidas reduciendo el uso de antibióticos y evitando así que se generen resistencias. Pero, de cara a nuestro sector, llegan tarde.

Los veterinarios somos sanitarios —aunque no se nos reconozca oficialmente como tal— y llevamos años trabajando concienzudamente el concepto One Health. Es decir, englobar en cada una de nuestras decisiones y prescripciones el cuidado de la obligada relación entre la salud animal, la salud humana y la salud medioambiental. Esto ya implica luchar contra el uso abusivo de antibióticos, salvando esas vidas que ahora se quiere atribuir la administración.

One Health es, desde hace años, un objetivo muy importante para todos los veterinarios que nos dedicamos a la medicina animal. Todos y cada uno de nosotros, para ejercer nuestra profesión, nos comprometimos con un juramento hipocrático que menciona la salud pública. Además, el lema que figura en nuestros escudos es Hygia pecoris, Salus populi (Salud animal, Salud humana).

Pero parece que la administración considera que no lo estamos haciendo bien. Porque, sin preguntar a los profesionales del sector, han decidido imponer bruscamente un criterio terapéutico y unas normas muy poco flexibles, que parecen no confiar en los conocimientos clínicos desarrollados durante años.

Y no solo eso. Para asegurarse del cumplimiento, la administración amenaza a los veterinarios con sanciones que podrían arruinar a quien las reciba. Está escrita la sanción de un millón de euros… sí, sí: 1.000.000 €.

Para poder avanzar en la solución a la polémica que nos enfrenta a los veterinarios y a la administración, se debe entender que todos compartimos al cien por cien el objetivo: queremos salvar vidas y queremos luchar contra las cada vez más preocupantes resistencias a los antibióticos. Pero de la manera en que lo plantean, no.

Si todos queremos llegar al mismo fin, ¿por qué no podemos hablar y trabajar juntos para encontrar el mejor camino? No este que, obligados, hemos empezado a andar, lleno de baches en forma de sanciones y piedras en forma de burocracia.

Por parte del sector veterinario, se ha puesto a disposición de los gobernantes un buen número de instituciones y asociaciones de muy diferente índole: profesionales autónomos, patronal, sindicatos, colegios veterinarios, consejo de presidentes de colegios, asociaciones nacionales, distribuidores y laboratorios. Hasta ahora, lamentablemente, esto no se ha tenido en cuenta.

La administración tiene la decisión tomada y no parece abrirse a reformas que puedan dejarles en mal lugar, con el consiguiente malestar, miedo y continuación de la protesta por parte del sector veterinario.

Como necesitamos la ayuda de todos vosotros, familiares de nuestros pacientes —que son los principales perjudicados de este despropósito—, queremos resumiros en cuatro puntos las reivindicaciones del sector veterinario:

  1. Flexibilización para poder personalizar el tratamiento a cada paciente. Queremos eliminar las restricciones injustificadas al uso de determinados medicamentos y que se confíe en el criterio veterinario.
  2. Supresión del sistema PRESVET, que burocratiza exageradamente la labor clínica sin aportar ninguna mejoría evidente.
  3. Poder dispensar los medicamentos necesarios para nuestros pacientes, ciñéndonos a la dosis y duración exactas.
  4. Que se nos considere personal sanitario, haciendo efectiva la rebaja del IVA veterinario al mismo nivel que el de la sanidad humana.

Como siempre, estamos a vuestra disposición para aclarar cualquier tema relacionado con todo lo que explicamos en este artículo.

Sí queremos deciros que el equipo veterinario de Wecan La Colina está firmemente comprometido con la salud de nuestros pacientes. Siempre va a primar su bienestar y la lógica sobre cualquier norma absurda que nos impida hacer bien nuestro trabajo.

Mientras nos dejen, seguiremos esforzándonos al máximo y cumpliendo esa premisa One Health tan importante.

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