Nuestros peludos, como nosotros, también son susceptibles de padecer enfermedades del corazón; además, como cada vez viven más años, quizá esta es una de las enfermedades que cada vez diagnosticamos con más frecuencia.
Lo importante, como en cualquier otra patología, es diagnosticar la insuficiencia cardiaca lo antes posible, para así compensarla y mantener la calidad de vida de nuestro compañero el máximo de tiempo posible.
El corazón no hace falta decir que es un órgano vital para cualquier ser vivo: si falla, desencadena una serie de consecuencias que hace que falle el resto del organismo. Pero además, el corazón es un órgano que nos engaña…
Nos explicamos:
El corazón, explicado de forma muy esquemática, es un músculo que tiene que bombear una cantidad de sangre determinada, y a una velocidad determinada, para que el cuerpo funcione correctamente. Cuando el corazón empieza a fallar, por la causa que sea (enfermedad propia del corazón, fallo por edad, enfermedades secundarias,…), la consecuencia es que bombea menos sangre, o a una velocidad menor, y esto provoca que empiecen los síntomas de la insuficiencia cardiaca; pero el cuerpo, para evitar este fallo, lo que hace es agrandar el corazón para que “tenga más fuerza” y siga bombeando la misma sangre, de manera que aunque el corazón sí empieza a sufrir, ni el organismo ni nosotros nos enteramos todavía. Cuando esta situación se prolonga en el tiempo, ese agrandamiento del corazón deja de ser efectivo y es cuando aparecen los síntomas de la enfermedad cardiaca.
Esos síntomas que nos pueden alarmar sobre una insuficiencia cardiaca en general son jadeo en reposo o después de un ejercicio moderado, aumento en la frecuencia respiratoria también en reposo, toses que no se controlan con los tratamientos habituales o sobre todo de aparición nocturna, disminución de la capacidad de hacer ejercicio, etc.
A veces son síntomas que podemos relacionar con envejecimiento de nuestro peludo, y muchas veces es así: el corazón empieza a fallar por edad; pero eso no significa que, detectado a tiempo, no podamos ayudar a un mejor funcionamiento cardiaco, mejorar la calidad de vida del paciente, y permitir que viva con su tratamiento cardiaco muchos años. Ante cualquier síntoma de estos que referimos no dudes en acudir a la clínica para que lo valoremos.
Como para todo, lo importante en estas enfermedades es la detección precoz. A partir de una cierta edad, que depende de cada animal, recomendamos hacer un chequeo completo de salud, incluyendo por supuesto revisión cardiaca, para adelantarnos a cualquier enfermedad que pueda estar en una fase emergente.
Una vez diagnosticado nuestro peludo de enfermedad cardiaca y con los tratamientos adecuados, lo que nos queda es permitirle seguir siendo feliz, disfrutando de la vida, ayudado con la medicación que corresponda y los cuidados lógicos de reposo y vida tranquila que se habrá merecido tener.