La hipertensión (elevación de la tensión arterial) es una enfermedad silenciosa y muy grave en nuestros pacientes felinos. Suele ser consecuencia de otra enfermedad como por ejemplo la insuficiencia renal crónica o en el caso del hipertiroidismo.
La hipertensión produce graves en otros órganos:
- En los ojos, puede producir una ceguera aguda, como consecuencia de un desprendimiento de retina o de una hemorragia intraocular.
- En el cerebro o el sistema nervioso puede producir demencia, incoordinación motora y coma.
- En el corazón, una hipertensión prolongada puede provocar una insuficiencia cardiaca congestiva, asi como la formación de trombos que pueden desencadenar un fallo cardiaco fulminante.
- En los riñones puede producir un empeoramiento de la función renal.
Pese a sus graves consecuencias, el diagnostico de esta enfermedad es sin embargo muy sencillo. En nuestra clínica veterinaria disponemos de un equipo de monitorización de presión arterial especifico, de tal forma que podemos tomar la tensión a tu gato siempre que vengáis a vernos para cualquier consulta. Sólo tienes que decírnoslo.
La prueba es muy sencilla e indolora: colocamos un manguito en la extremidad anterior o en la base de la cola, hacemos 4 o 5 mediciones de tensión para calcular la media y confirmaremos si tu peludo sufre hipertensión.
Ya ves que la prevención de esta patología es muy sencilla; midiendo la presión arterial en consulta podemos controlar la aparición de hipertensión y empezar a trabajar cuanto antes para evitar sus graves consecuencias.
¿Cómo se trata?
Una vez confirmada la hipertensión es importante la realización de una analítica general para conocer las causas por las que se ha producido. Se puede llegar a controlar la tensión en los gatos con una medicación diaria.
En el caso de que la causa de la hipertensión sea una insuficiencia renal, una vez tratada la enfermedad renal es posible que la tensión se llegue a controlar.
Un diagnóstico precoz es la base del éxito en el tratamiento de pacientes con enfermedades crónicas.