¿Entiendes a tu perro?

La comunicación visual es igual de importante que la verbal, así, tanto las expresiones faciales como las posturas adoptadas por los animales desempeñan un papel fundamental en el lenguaje canino.

 Hay ciertas posturas que son ampliamente conocidas por todo el mundo:

  • Cuando fruncen los belfos mostrando los dientes sabemos que el animal nos está gruñendo y es capaz de atacar.
  • Cuando el animal coloca su rabo entre las patas nos indica que tiene miedo.

Vamos a ver otras posturas menos conocidas habitualmente:

  

– Posturas características de un animal dominante:

  • Cola levantada, incluso en movimiento (se puede confundir con que estén contentos).
  • Orejas dirigidas hacia delante.
  • Extremidades completamente estiradas.
  • Coloca las patas delanteras sobre el dorso del sumiso (hay excepciones, también se puede hacer durante el juego).
  • Mirada fija.
  • Frunce los labios.
  • Se eriza.

  

– Posturas características de un animal sumiso:

  • Cola baja pero no entre las patas (puede moverla o no).
  • Orejas en posición normal o hacia atrás.
  • Extremidades flexionadas, intenta hacerse más pequeño.
  • Tumbado boca arriba.
  • Lame las comisuras labiales del dominante.

  

– Posturas características de un animal miedoso:

  • Cola recogida entre las patas traseras, incluso pegando al abdomen.
  • Orejas hacia atrás.
  • Cuerpo hacia atrás y muy agachado, casi tumbado.
  • Tiembla.
  • A veces puede fruncir los belfos en señal de defensa.
  • Ladra y puede llegar a agredir, si se siente amenazado.

  

– Posturas y señales de juego:

  • Echarse con las patas delanteras estiradas y el cuarto trasero levantado en posición de reverencia.
  • Mover las patas delanteras de un lado a otro.
  • Mover la cola.
  • Ladrar al otro incitándole o para llamarle la atención.

   

– Señales de estrés:

  • Muestra hiperactividad.
  • Reacciona de forma excesiva ante distintas situaciones (sonido del timbre, acercamiento de una persona u otro perro).
  • Se rasca.
  • Se muerde a él mismo o a otros objetos.
  • Pierde la concentración.
  • Tiembla.
  • Se muestra agresivo.
  • Ladra, aúlla, gimotea.
  • Muestra señales de calma.

   

De momento lo vamos a dejar aquí; en el próximo artículo profundizaremos en las señales de calma y en cómo podemos usarlas para hacerles entender que no deben estresarse.

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