Nuestros perros son especialmente sensibles al calor ya que su sistema de ventilación o sudoración es a través del jadeo, por lo que cuando tienen mucho calor aumenta su frecuencia respiratoria y también su frecuencia cardiaca…De ahí que muchos de nuestros pacientes cardiópatas empeoren sus síntomas en los meses de verano.
Por otro lado, ¿te has preguntado alguna vez qué temperatura llega a alcanzar el asfalto cuando paseas con tu peludo en pleno verano? Ellos caminan más próximos al suelo que nosotros, y por tanto su percepción del calor es mucho mayor que la nuestra. Sus almohadillas son además muy sensibles y algunos perretes pueden sufrir quemaduras en sus patitas.
También puedes notar que comen algo menos o que esperan a la noche para comer. Por ello es importante evitar comidas copiosas por la noche, en especial en perros de raza grande – ya que en verano vemos más casos de dilatación o torsión gástrica, debido por una parte al exceso de comida por la noche, y por otra al exceso de ejercicio en las horas fresquitas de las noche.
Durante el verano vemos también más cuadros digestivos, que como consecuencia del calor pueden provocar la deshidratación de tu pequeño, por lo que ante cualquier síntoma de vómitos y/o diarrea, no dudes en contactar con nosotros.
Su actividad disminuye durante el día, y es probable que busque el sitio más fresco de la casa o que se ponga directamente donde tenemos el aire acondicionado… Notarás también que ya no duerme en su cuna o en tu cama y que prefiere el suelo fresquito de la casa. Todo esto es normal.
Durante los meses de calor sí te recomendamos que refresques a tu peludo con agua casi a diario, y si tienes piscina o vas a la playa no dudes en darle un chapuzón.
Si vas a viajar con tu perro te recomendamos que:
- Salgáis de viaje en horas fresquitas del día.
- Nunca dejes el coche al sol con el animal dentro.
- Aprovecha las paradas para darle un paseíto, hidratarle e incluso refrescarle con un spray de agua.
- Lleva una manta especial de frio (se meten en la nevera y se conservan frías durante horas).
Finalmente te recomendamos evitar ejercicio y juegos en las horas de más calor del día, pues puede predisponer a tu peque al golpe de calor, un cuadro muy grave que se desarrolla de forma muy rápida y que puede llegar a ser mortal para tu peludo.
¿Cómo detectar el golpe de calor? Los síntomas más típicos son:
- Aumento de la temperatura corporal ( hipertermia): el animal alcanza los 40-41 grados.
- Comienza a jadear sin parar a pesar de refrescarle.
- Comienza a respirar muy fuerte y sus mucosas se congestionan alcanzando un color muy intenso.
Ante cualquiera de estos sí, la primero que debes hacer es empaparle con agua o una toalla mojada y acudir urgentemente a nuestra clínica veterinaria. Hay ocasiones en que es preciso hospitalizarle y medicarle hasta normalizar sus constantes vitales, así que cuanto más rápido actuemos todos, menores serán los riesgo para tu pequeño ante un golpe de calor.