Nuestros queridos felinos tienen cada vez mayor esperanza de vida, y eso es algo de lo que debemos estar orgullosos tanto los veterinarios como sus familias ya que, entre todos, estamos consiguiendo compartir mucho más tiempo con ellos.
Pero el objetivo no es sólo que sean longevos, sino que vivan con una buena calidad de vida, y para eso debemos seguir unas pautas preventivas y terapéuticas básicas.
Los gatos, por desgracia, tienen mucha tendencia a la enfermedad crónica renal. Con la mejora en la alimentación felina se está retrasando bastante, pero aun así, y como sabemos que es algo frecuente, ya hemos comentado en otras entradas del blog la necesidad de un diagnóstico temprano de este problema mediante los chequeos sanitarios periódicos.
El objetivo de este artículo no es hablar de la prevención, sino del tratamiento cuando ha llegado la enfermedad, siempre enfocado al hecho de mantener un nivel adecuado de calidad de vida que permita a los gatos pasar bien su última etapa de vida, incluso sin manifestar síntomas de la enfermedad.
La enfermedad renal provoca que los riñones (uno o los dos) empiecen a funcionar peor, lo que puede llevar a ser terminal, si no se cuida. Cuanto antes conozcamos que esos riñones se “están cansando”, menos tratamientos habrá que poner de inicio y mejor pronóstico tendremos. Pero cuando ya hemos detectado que empieza la insuficiencia renal, entonces debemos categorizarla cuanto antes e iniciar los tratamientos que ayuden a estos órganos, de manera externa, a ejercer su función, para que no se desgasten o que lo hagan lo más lentamente posible.
Lo primero que recomendamos es una dieta específica para la insuficiencia renal: son piensos y latas que llevan muy poca proteína, pero de tan buena calidad que se pueden mantener de manera crónica sin provocar ningún déficit alimentario en el paciente. Te ayudaremos a elegir la mejor combinación o variedad para tu gato.
Además, solemos incluir de manera también muy temprana medicación oral que protege sus riñones. Disponemos de varios formatos: comprimidos, chucherías, jarabes, pues sabemos que los gatos a veces son difíciles de medicar por boca y lo que queremos es que el proceso de administrar la medicación no sea un suplicio ni para el gato ni para sus tutores. Igualmente hablamos contigo para recomendarte la forma mejor para hacer el proceso fácil.
Cuando la enfermedad por desgracia avanza, suele ser necesario hacer un filtrado renal, es decir, aplicamos fluidoterapia (suero) para “limpiar” los riñones. En los casos agudos, este proceso requiere ingresar durante unas horas al día al paciente de manera que podamos aplicar este suero de forma intravenosa, para que haga efecto más rápidamente. Pero como sabemos que estamos hablando de una enfermedad crónica, no debemos mantener al gato demasiado tiempo ingresado porque eso le supone mucho estrés.
En estos casos te enseñamos a aplicar lo que llamamos “mochilas de suero” que no es otra cosa que unas dosis de suero puesto subcutáneo (es decir, pinchado debajo de la piel) y que puedes aplicar fácilmente en casa. Así el proceso es más llevadero para la familia, mucho menos estresante para tu gato y lo podemos mantener casi por tiempo indefinido: todo depende de los controles que vayamos haciendo.
A grandes rasgos, estos son los pilares del tratamiento de la enfermedad renal en los gatos. El proceso requiere de mucha comunicación y colaboración entre nosotros, los veterinarios, y la familia y conseguido esto, llegaremos a dar tal calidad de vida a tu gatete, que podrá disfrutar del día a día casi como si estuviera totalmente sano.