Los avances en la medicina veterinaria nos permiten, hoy en día, disponer de tratamientos avanzados y cada vez menos invasivos para aliviar dolencias de nuestros pacientes; este el caso de la terapia láser, tecnología que ofrecemos y usamos frecuentemente en nuestra clínica.
¿Por qué?
El láser tiene muchas indicaciones terapéuticas. Las más conocidas, sin duda, son el alivio del dolor e inflamación, y la cicatrización y regeneración de heridas. Aunque no son las únicas.
Beneficios
Para las dolencias musculoesqueléticas, como la artritis, artrosis, traumatismos o cicatrización de fracturas, la terapia láser a baja intensidad ayuda a reducir la inflamación (con lo que se alivia el dolor asociado) y promueve la circulación sanguínea en la zona tratada; todo ello conlleva una mejora evidente en la movilidad y una mejora importante en la calidad de vida de los pacientes afectados sin necesidad de administrar medicamentos.
En el caso de la cicatrización de heridas, la terapia láser estimula la producción de tejido nuevo y mejora la circulación sanguínea en el área afectada, acelerando así de manera limpia el proceso de curación. El láser esbeneficioso para cualquier tipo de herida ya sea quirúrgica, por laceraciones, mordeduras o cualquier otro tipo de lesión cutánea.
Estas dos no son las únicas prestaciones que nos ofrece la terapia láser: también lo usamos en la resolución de hernias o pinzamientos discales, distensiones de ligamentos cruzados de la rodilla, varios tipos de gingivitis, otohematomas, esguinces o calcificaciones tendinosas, las molestas lesiones vasculares del extremo de las orejas que tanto cuesta cicatrizar, las coderas o las fístulas interdigitales por poner unos ejemplos.
Así lo hacemos
En cualquiera de estas patologías, siempre será uno de nuestros veterinarios quien, con el diagnóstico alcanzado, decida la idoneidad de la terapia láser, así como el tipo y duración de ésta. Luego, en coordinación con el equipo auxiliar, se van dando las sesiones y se pautan las revisiones de evolución pertinentes.
Cualquier ciclo de terapia láser implica un pequeño esfuerzo por nuestra parte. No son tratamientos únicos, sino que requieren de varias sesiones, espaciadas en el tiempo, en las que vamos poco a poco alcanzando el objetivo buscado. La terapia láser es una carrera de fondo y no de velocidad, por eso debemos ser constantes, aunque también existen determinados procesos que resuelven más rápidamente, por ejemplo, los retardos en la cicatrización post quirúrgica o los seromas cicatriciales; en ellos, en pocas sesiones, normalmente llegamos a la curación deseada.
El proceso de la terapia láser siempre es indoloro, aun así, nosotros nos encargamos y preocupamos de hacerlo placentero para nuestros pacientes. Las visitas para laserterapia están coordinadas entre los veterinarios y las auxiliares y los pacientes acuden felices ya que mientras se les trata, su familia puede estar con ellos y reciben mil caricias y atenciones que les encantan. No podemos olvidarnos de un agradable masaje en los casos de lesión es musculares que nadie rechazaría.
Si quieres que te ampliemos información al respecto, o tienes cualquier duda, contacta con nosotros y valoraremos tu problema sin compromiso. Su bienestar es nuestra razón de ser.