Nuestros peludos cada vez están más integrados en nuestras casas y en nuestras vidas. Esto por supuesto tiene que ser así y nos aporta el maravilloso componente de que podemos disfrutar con ellos continuamente. Nos encanta estar en su compañía y muchas veces, cuando nos tenemos que ausentar de nuestras casas, estamos deseando volver para devolverles todo ese cariño que nos regalan, compartiendo con ellos la mayor cantidad de tiempo posible.
Pero no podemos olvidar que nuestros peludos también tienen sentimientos, personalidad propia y también, cada uno, sus legítimos miedos. Seguro que todos hemos escuchado alguna vez eso de la ansiedad por separación.
Por resumirlo, os contamos que la base de este problema es un sentimiento de abandono que invade a algunos de nuestros perros cuando se quedan solos. Por supuesto que ninguno de nosotros tenemos la más mínima intención de ese abandono, pero ellos no lo saben, y el que tiene algún trauma previo, o el que no ha aprendido a vivir momentos de soledad, será lo que sienta y lo pasará muy mal cuando se quede solo, aunque sean unos minutos.
No todos los perros padecen esta ansiedad por separación. Ellos, igual que las personas, pueden ser más tranquilos, más confiados, haber aprendido ciertas rutinas o comportamientos y por ello estar tranquilos cuando se quedan solos. Generalmente se duermen y esperan pacientemente a que vuelva su familia humana. Pero el que padece ansiedad por separación sufre un verdadero estrés en soledad. Algunos lo manifiestan con ladridos, destrozando cosas, rompiendo muebles, quedándose paralizados o babeando en exceso… Los síntomas pueden ser variados, pero todos provocados por lo mismo. Estos perros no saben quedarse solos, y debemos enseñarles por su bien y el nuestro, para que no sufran y para que nosotros no nos vayamos de casa con la ansiedad de pensar que se quedan mal o de que van a destrozar algo.
La base de una terapia para la ansiedad por separación, así como de las pautas que debemos enseñar a todos los peludos que se incorporen a nuestra familia, es que aprendan y pierdan el miedo a estar solos. Hay dos cosas imprescindibles que debemos hacer:
● No despedirnos cuando nos vamos;
● Y sobre todo no saludar con efusividad cuando volvemos.
Imaginemos que nuestro peludo tiene miedo a quedarse solo y cuando nos vamos a ir le preparamos para ello: “tranquilo que vuelvo pronto”, “te dejo este juguete para que estés tranquilo”, … Lo que le estamos diciendo realmente es: “me voy y te vas a quedar solo”. Y si cuando volvemos nos tiramos al suelo, le abrazamos y le mimamos en exceso, lo que le estamos transmitiendo es: “no tengas miedo, que ya estoy contigo” …
Este animal, la próxima vez que se quede solo dirá: “¿Por qué me vuelve a dejar solo si me dijo que podía estar tranquilo en su compañía?” Ésta es la clave. Probar a dejarlos solos pequeños periodos de tiempo, cada vez más largos, y siempre evitando dar importancia a la marcha o a la vuelta, actuar como si fuera algo totalmente normal que haya momentos de compañía y momentos de soledad.
Una cosa más: aprender a estar solo no se refiere exclusivamente a cuando faltamos de casa, también hay que dejar a nuestros peludos, sobre todo a los nuevos o a los cachorros, momentos de soledad cuando estamos con ellos en casa. Si estamos siempre pendientes de dónde están y lo que hacen, será mucho más difícil que entiendan que nos marchemos de casa, pero si les dejamos que aprendan a distraerse por sí mismos y a no depender siempre de nosotros, será más fácil que luego les podamos dejar esas horas solos sin ningún problema.
Aplicando estas pautas ganaremos mucho en la prevención y en el tratamiento de la ansiedad por separación, pero aun así, a veces no es suficiente y debemos pedir ayuda a los profesionales. Para eso estamos nosotros, para daros todos los consejos posibles según como sea esa ansiedad que puede padecer vuestro peludo, para hacer un seguimiento de las pautas y, si hace falta, para ayudaros con tratamientos específicos para la ansiedad en los perros.
No dudes en pedirnos una cita de consulta de comportamiento si quieres que te asesoremos o si directamente percibes que necesitáis nuestra ayuda para una convivencia mucho más relajada y feliz en casa. Será bueno para vosotros pero sobre todo para vuestro pequeño peludo, que al fin y al cabo es el que lo pasa peor.