Esas maravillosas razas toy… Chihuahua, Yorkshire, Ratón de Praga, Pomerania, Maltés, Pincher…, ¿a quién no le gustan?
Son peludos que cada vez vemos más en la Clínica y estamos encantados con todos ellos: son graciosos, simpáticos, fáciles de tratar… Actitudes que trasladan a sus hogares y que comparten con sus familias humanas, lo que les hace encantadores.
Lo importante con estas razas —como con cualquier otra— es conocerlas, entender sus particularidades y ofrecerles los cuidados que necesitan, tanto para su salud como para su socialización; así disfrutaremos a tope de ellos y ellos con nosotros.
Las razas TOY en general tienen muy buen carácter, aunque a todos nos viene a la cabeza el típico chihuahua que muerde al acercar la mano. Este problema no es por la raza o el tamaño del perro ni mucho menos, es debido a su carácter y a un problema de socialización. Por un lado, como los vemos tan pequeños, es fácil que nos de miedo todo con ellos y los criemos sobre protegidos: siempre en brazos y sin dejar que anden solos, que los coja la gente, que jueguen con niños, etc.
El perro toy, al verse pequeño e indefenso y además tan protegido, lo que piensa es que todo lo externo es peligroso y por eso, si no le dejamos interaccionar como haríamos con otro perro más grande, lógicamente reaccionará con miedo y defendiéndose, cuando se vea seguros en brazos de sus humanos.
De hecho, muchos de ellos, al ser sacados de su zona de confort (los cómodos brazos de mami o papi) abandonan esa actitud agresiva ante lo que entienden una amenaza, pasando a ser totalmente dóciles. Por suerte y gracias al trabajo de socialización de muchos años, hoy en día encontramos a los perros toy juguetones, incitadores a la caricia y fácilmente achuchables.
Desde un punto de vista médico, las razas TOY son de pocos cuidados especiales o diferentes de cualquier otra raza. Sí es verdad que debemos vigilar mucho la alimentación por un lado, porque cualquier alimento humano puede provocarle importantes trastornos digestivos y son mas sensibles a la deshidratación y por otro lado tienen tendencia a engordar, lo que les lleva inevitablemente a enfermedades respiratorias, cardiacas o a lesiones articulares, siendo la más típica la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla; sus patitas están preparadas para poco peso, por eso son toy, y si engordan en exceso las patas no lo hacen en consonancia y no aguantan igual el esfuerzo.
Los cuidados dentales también son muy importantes, ya que tienen mucha tendencia a acumular sarro dentario. Esto hay que prevenirlo desde que son pequeños y acostumbrarlos a la higiene oral. Así evitaremos empezar pronto con las limpiezas de boca o la pérdida precoz de piezas dentarias.
Y para terminar con lo más importante, es verdad que son razas más predispuestas a la enfermedad cardiaca por edad; es decir, que según se van haciendo viejitos hay que empezar a revisar y hacer chequeos cardiacos, ya que estas enfermedades son tanto más llevaderas cuanto antes se diagnostiquen y antes se empiecen a tratar.
Si tenéis pensado incluir en la familia a un perrete toy o si ya vivís con uno y se está haciendo mayor, os animamos a venir a la clínica para que os podamos aconsejar, según cada uno, lo mejor para sus alud y bienestar y para disfrutar de su compañía con la mejor calidad de vida posible. Podéis contar siempre con nosotros.