El perro crestado chino aunque es conocido como “el perro sin pelo”, en realidad sí tiene pelo en su cabeza, orejas y cola. Incluso hay una algunos peludos de esta raza con todo su cuerpo poblado de pelo.
Origen
Dada su antigüedad, sus orígenes no están muy claros. Se dice que pueden provenir de Islas Filipinas y que llegaron desde Indochina a la corte de los emperadores manchúes en China. En el año 1686 aparecen en Europa y ya en el siglo XIX el Chinese Crested llegó a Estados Unidos.
Hay quien apunta a que su llegada a estos continentes pudiera haberse producido de la mano de comerciantes africanos. Curiosamente, una vez los británicos llevaron ejemplares de crestado chino a su imperio, donde conservaron sus características propias hasta hace poco tiempo, los crestados chinos desaparecieron de China. Fueron los británicos por tanto, los que recuperaron la raza hasta hacerla como hoy la conocemos. En este país lo que más se ha cuidado ha sido su carácter, quizás menos “doméstico” que otras razas, lo que se debe al origen primitivo del crestado chino.
Carácter
Son perros alegres y sensibles, dulces y juguetones. Muy leales con su dueño, se apegan a una persona en particular, que será su miembro de la familia de la familia.
Su comportamiento es uno de sus puntos a su favor: nada agresivos ni conflictivos a nivel de convivencia. Muy inteligentes, siempre estarán preparados para aprender todo aquello que estés dispuesto a enseñarle.
Estos diminutos granujillas derrochan vitalidad por los cuatro costados. Algo nerviosos en sus movimientos, que recuerdan a los del caniche, son perretes saltarines, pizpiretos, coquetos y algo cómicos.
En casa suelen mostrarse muy tranquilos y casi no ladran, tendiendo a practicar el “sofing” y pasando horas y horas durmiendo. Ahora bien, si hay algo que despierta su interés, no dudará en hacer cuantas monerías considere necesarias para lograrlo.
Cuidados
Esta tierna mascota, de la que suele decirse “que no tiene ni un pelo de tonta”, sufre de una cierta tendencia al sobrepeso, por lo que debes prestar especial atención a su alimentación.
Dale siempre un pienso seco de calidad de entre aquellos especialmente indicados para las razas toy y no te excedas en las raciones (que pueden situarse en unos 100 gramos diarios), ni tampoco en los premios.
Los cuidados de higiene y belleza de esta raza son muy sencillos. Debes pensar que se trata de una raza que no muda pelo y que no desprende mal olor, por lo que con unas sencillas pautas de higiene, sus necesidades en este sentido quedarán absolutamente cubiertas. Además son una extraordinaria opción para aquellas personas que sufren alergias, al tratarse de mascotas hipoalergénicas.
Cuando hablamos de mantener escrupulosamente limpio a tu crestado toy, nos referimos a un gesto que repercute en el resto de los miembros de la familia, ya que su pequeño tamaño propicia un estrecho acercamiento con sus dueños, de forma que todos salgan ganando.
Una de sus características distintivas de esta raza es su elevada temperatura corporal. La razón es que de este modo se compensa la ausencia de pelo y se evita la hipotermia, rasgo que fue alabado por la aristocracia china que en su momento los utilizó para mantener sus camas calentitas, o para conseguir algo de calor portándolos en su regazo.
Al no tener pelaje, excepto en la variedad Powder Puff, es un perrito friolero que no se adapta a vivir en la intemperie. Le gusta habitar en el interior de casa, donde estará bien arropado y agradecerá tener siempre una mantita a su disposición.
En verano, debes mostrarte especialmente cauteloso con su piel, pues la misma se encuentra directamente expuesta al sol y por tanto se broncea, por lo que sin los debidos cuidados podría llegar a quemarse, lo que puedes evitar fácilmente aplicándole protector solar. Otro de los cuidados que requiere su delicada piel es la aplicación de cremas o aceites con regularidad, que protejan el tejido subcutáneo.
Si decides hacerle formar parte de tu familia, estamos seguros de que sin duda no te arrepentirás.