La filariosis canina también llamada enfermedad del gusano del corazón es una enfermedad parasitaria muy grave, que se origina por la picadura de un mosquito determinado. Dicha picadura transmite al perro un parásito de tipo vermiforme, es decir, “un gusano redondo” que en sus fases iniciales tiene forma de larva que circula por la sangre de nuestra mascota y que en su etapa adulta se va transformando hasta convertirse en los gusanos de la filariosis, que se alojan en las cámaras cardíacas de los animales infectados.
Los síntomas de la filariosis se manifiestan cuando los gusanos ya están totalmente desarrollados y dentro del corazón y de los grandes vasos sanguíneos, provocando cuadros de tos, intolerancia al ejercicio, anorexia, fatiga, jadeos o taquipnea y finalmente la muerte del animal.
El diagnóstico en fases tempranas se realiza mediante un análisis de sangre donde detectamos la presencia de microfilarias en el torrente sanguíneo. En fases más avanzadas el diagnóstico se basa en los signos clínicos y la detección de alteraciones cardíacas mediante la realización de una ecografía del corazón.
El tratamiento puede ser delicado para el animal según el número de filarias que haya que eliminar. Por eso es tan importante la prevención de esta enfermedad, para evitarla antes de que llegue a la fase cardíaca.
La filariosis también es conocida tradicionalmente como “enfermedad del mosquito de la playa” por ser en zonas cálidas costeras donde había mayor prevalencia de los mosquitos que la transmiten. En España, el mosquito es endémico en la zona de Huelva, Cádiz, las Islas Canarias, toda la zona de Levante y el Delta del Ebro. Por ello todos los animales que viven en estas zonas son anualmente protegidos frente a esta enfermedad. Hoy en día, debido al cambio climático, y a que las mascotas se desplazan cada vez más, la filariosis es una enfermedad en expansión por nuestro país. Este es el motivo por el que los veterinarios recomendamos la prevención frente a la filariosis durante todo el año, y no solo en los casos de desplazamiento a las zonas de riesgo como se hacía tradicionalmente.
La mejor solución para prevenir esta enfermedad es sin duda un tratamiento inyectado que se aplica en consulta una vez al año. Este tratamiento mantiene un antiparasitario en la sangre de nuestra mascota de manera que si le pica el mosquito transmisor de la filariosis es capaz de eliminar esas fases larvarias iniciales del parásito evitando que llegue a la fase adulta cardíaca. Pero también hay otras alternativas como pipetas específicas o medicación oral. Para evitar la picadura, te recomendamos también el uso de repelentes frente a los mosquitos.
En cualquier caso, insistimos en la importancia de la prevención: todos los perros que viajan por vacaciones a estas zonas tienen que estar protegidos frente a esta grave enfermedad, por lo que te recomendamos consultarnos a qué zona vais a ir de vacaciones y por cuánto tiempo, para poder ofrecer a tu peludo el tratamiento preventivo más eficaz.