Entramos en el otoño y es época de resfriados. Los perros también sufren en esta época sus procesos respiratorios de temporada. El más conocido de todos es la llamada Gripe del perro, Tos de las perreras, o como se denomina realmente: Traqueobronquitis infecciosa del perro.
Esta enfermedad es mucho más frecuente de lo que nos imaginamos y es extremadamente contagiosa.
Nuestro peludo empieza generalmente manifestando una tos seca que lleva a la frase que más escuchamos en la consulta: “parece que tiene algo en la garganta que quiere echar”. Le escuchamos toser de manera evidente, sobre todo después de moverse, aunque en procesos más avanzados lo hacen durante todo el día e incluso se despiertan tosiendo en mitad de la noche. Si no ponemos remedio a tiempo, la enfermedad puede evolucionar y llegar a provocar una bronquitis o incluso una neumonía, ya que va avanzando por el sistema respiratorio del perro.
La enfermedad tiene tratamiento y como siempre tanto más efectivo cuanto antes se empiece a aplicar. Pero nuevamente, nuestro objetivo no sería tratar sino prevenir, evitar que nuestra mascota la llegue a padecer. ¿Cómo lo conseguimos?… Vacunándolo!
Tenemos a nuestra disposición una vacuna que protege frente a esta enfermedad, incluso la podemos aplicar de manera indolora administrándola por vía oral. Aunque la tenemos incluida en nuestro plan de salud WECAN y seguramente ya hayas oído hablar de ella, no dejes de preguntarnos y asegurarte que la estamos aplicando regularmente una vez al año.
Una vez más, ¡la prevención es la mejor solución!