Nuestras mascotas envejecen más rápido de lo que nos gustaría, aunque su esperanza de vida ha aumentado en los últimos años.
Es muy importante saber que un animal geriátrico no tiene por qué ser un animal enfermo, aunque sí es cierto que va a necesitar ciertos chequeos y controles que nos permitan valorar su grado de envejecimiento y detectar de la forma más precoz posible la aparición de patologías.
Se considera que un perro entra en la edad senior a partir de los 8 – 9 años y en el caso de los gatos a partir de los 9 – 10 años. Conocer las patologías más importantes que aparecen en este periodo nos permite hacer un diagnóstico precoz y prolongar su esperanza de vida para poder disfrutar de nuestros pequeños el máximo tiempo posible.
Los principales aspectos a tener en cuenta en animales de edad avanzada son:
- NUTRICIÓN:
Con la edad se reducen los requerimientos de energía del organismo, pero solemos mantener la misma dieta en nuestro animal, lo que predispone a padecer obesidad.
Cada caso debe ser tratado de forma individual, pero en líneas generales la dieta debe cumplir los siguientes requisitos:
- Baja en grasa
- Contenido en fibras relativamente alto
- Carbohidratos de absorción lenta
- Alto nivel de proteínas de alta calidad
Debemos concienciarnos de que el sobrepeso puede tanto desencadenar como ser la consecuencia de graves enfermedades como la diabetes mellitus, el hipotiroidismo o el hiperadrenocorticismo.
También puede ocurrir que nuestra mascota (sobre todo en animales mayores de 12 años) en lugar de obesidad presente pérdida de peso. Suele llamar la atención que muchos de estos animales comen incluso más que antes y aun así adelgazan. En estos casos la probabilidad de que ya exista una enfermedad crónica sistémica es alta, y requerirá un chequeo completo del animal.
- APARATO LOCOMOTOR:
Tendemos a pensar que es normal que nuestro amigo ya no se mueva o juegue como antes, simplemente porque es viejecito. Y no, si el animal tiene dificultades para caminar o moverse puede deberse a que estén sufriendo dolor. De hecho, muchas mascotas sufren dolor crónico sin que sus dueños lo detecten. La artrosis es en este sentido, una de las principales enfermedades que hay que vigilar en la edad senior del animal.
¿Cómo saber si hay dolor? Entre las manifestaciones de dolor podemos encontrar disminución de su actividad física, pérdida de apetito, vocalización, disminución de la interacción con la familia, postura alterada, inquietud, reacción de tensión ante determinadas caricias… Ante cualquiera de estos síntomas debemos acudir al veterinario para realizar una exploración general y una radiografía y poder valorar la severidad del proceso. Será el veterinario quién decidirá cuál es el tratamiento más adecuado: nunca deben administrarse tratamientos sin control médico.
- HIGIENE ORODENTAL:
La higiene oral debe mantenerse a lo largo de toda la vida del animal (limpiezas de dientes, lavado y protección de dientes y encías, prevención de sarro…)
El déficit de cuidados en sus etapas previas, hace que en la etapa senior pueda aparecer gingivitis, úlceras en cavidad oral, piorrea, cálculos supragingivales, alteraciones en la articulación temporomandibular, ganglios linfáticos submandibulares así como pérdida de piezas dentales.